Miniconto# 2 La casa elegida.

Era el fin de la tarde. Llegábamos a un pueblo a la orilla de la Autopista Panamericana en Panamá. Por la hora y porque ahí fuimos invitados a conocer una escuela pública nos detuvimos. Salimos de la autopista y entramos en una de las calles del pueblo. La calle de la escuela. Fuimos avanzando a la busca de un patio donde nos dejaran poner nuestra carpa para pasar la noche. Vimos varias casas y dijimos esa de ahí está buena. Seguimos andando para conocer un poco. Fuimos hasta una plaza linda, descansamos y volvimos a aquella calle, a aquella casa. Ya era de noche. Una señora regaba las platas de la casa. Le preguntamos si nos podíamos quedar ahí. Y sin preguntar nada, de una forma amable dijo que si, nos invitó a pasar. Entramos y llamó a su mamá y hermanas. Nos contaron que nos vieron pasar y pensaron “se pasaron, es aquí donde tenían que quedarse” y es que resulta, que ya otros cuatro viajeros en bicicleta, en otras oportunidades, le han pedido hospedaje y han pasado días allá con ellas… ¿Qué hemos visto los seis en ese lugar? Nos preguntamos… Nosotros -e imaginamos que aquellos otros viajeros también- fuimos tratados con cariño por esta familia. A ella, ¡Gracias!

De un lado al otro del mundo todas emigran…

Pasamos la frontera de Costa Rica a Panamá. Nos habían dicho que teníamos que tener 500$ cada uno, que teníamos que tener pasaje de regreso a nuestro país, no servia de regreso a ningún otro lugar. Después de sellar la salida en Costa Rica, fuimos a migración del lado de Panamá. Yo pasé por un taquilla y Dé pasó por otra. A mi el funcionario me pidió el pasaje de regreso a mi país. Le dije que viajaba en bicicleta y que tenia pasaje de salida de Panamá hacia Medellín, Colombia, por donde continuaríamos viajando. Dijo que no, que necesitaba un pasaje para Venezuela. Yo le expliqué una vez más, le preguntó a su jefe, el jefe preguntó por la bicicleta, señalé para donde estaban y me sellaron el pasaporte. A Dé, no le pidieron nada. Ni pasaje, ni los 500$.

Hace 10 años que vengo viajando fuera de Venezuela. Y es perceptible como poco a poco a ido en detrimento el trato que se le da a las personas que como yo tenemos nacionalidad Venezolana. Se justifica de muchas maneras. Como me dijo un militar en Panamá, «Los Venezolanos, nos están dando mucho problema, es que si todos fueran como usted, que viene de paso, pero la mayoría quiere quedarse». ¿Y si yo quisiera quedarme? ¿Cuál es el problema? Y ahí claro, vienen un montón de otras justificativas, como, «es que eso es ilegal» «es que vienen a quitarnos nuestros empleos» … Y me quedo pensando en eso, en el montón de venezolanas y venezolanos que no pensaron nunca en migrar y ahora se ven en esa condición, sea por la inseguridad, por la falta de alimentos y de medicinas que se vive en el país. Y al salir, nos vemos muchas veces en la condición, con otras miles de personas emigrantes en el mundo, de ser tratadas por menos. Lo que me hace recordar, una canción de capoeira, creada dentro de un contexto de migración forzada, el de aquellas personas del continente africano -ancestrales nuestros- que fueron traídas como esclavas a este continente: «Eu aquí não sou querido, mas na minha terra eu sou» -Yo aquí no soy querido, pero en mi tierra si soy.

 

 

Intentando tocar (o dejarnos tocar) por las escuelas públicas al margen de la carretera

Lo que intentamos hacer es una investigación educativa. Nos preguntamos, claro, ¿Qué es una investigación educativa? ¿qué es investigar? ¿qué es educativo? Una posible forma de entender esto que intentamos hacer la encontramos en los textos de Jan Masschelein y Maartens Simons (2014) , una investigación educativa, sería algo que versa sobre algo educacional (la escuela, la infancia, la educación fuera de la escuela…), que torna algo publico y que propicia la transformación de la persona que investiga.

 

En nuestro viaje de Brasil a Costa Rica, pasando por Venezuela, Colombia, Panamá y ahora de regreso a Brasil en bicicleta, buscamos acercarnos, compartir, trabajar con personas y organizaciones vinculadas a lo educativo. De algunas ya teníamos referencias, como es el caso de Cecosesola, en ella la Cooperativa Estiguates (Venezuela), Asociación Masaya (Costa Rica), otras nos las vamos encontrando o personas que vamos encontrando nos van dando referencias, como nos pasó con Kachi, la partera de Tabay (Venezuela), o el pueblo de Palenque -cerca de Cartagena -Colombia, la biblioteca María Mulata -También en Colombia…otras como la Escuela Jacarandá en Ciudad de Panamá la contactamos a través de la página web revoo. Esta página web busca hacer un mapeo, como ellos mismos escriben, de modelos educativos no convencionales en el mundo hispanohablante. Vale la pregunta ¿Cuáles son los modelos educativos convencionales? Y una vez más ¿qué llamamos de educativo? Y con ella ¿qué tienen que ver lo convencional o lo no convencional con lo educativo?

En ese movimiento percibimos que a orilla de carretera por donde pasamos existen diversas escuelas públicas y nos preguntamos ¿Por qué no intentar entrar en ellas? ¿Por qué dejarlas de lado? Reconocemos en nosotros entonces ciertos prejuicios con relación a la escuela y con ella a la escuela pública. Que si la escuela es una institución conservadora, qué si es tradicionalista, que si lo que enseña es la repetición… Y por otro lado, también, una cierta admiración por el espacio público, como aquel espacio/tiempo creado-financiado de forma conjunta para todas las personas. Espacios que son desarrollados por personas las cuales les dan sus matices y formas. Decidimos entonces intentar suspender esas imágenes que nos habitan y tocar las puertas de algunas de las escuelas públicas que nos encontramos en el camino, para estar ahí, para exponernos a ese espacio/tiempo.

¿Qué buscamos? No es algo que tengamos definido. ¿Qué vamos a hacer en ellas? Tampoco. Pensamos -en tal vez- hacer un ejercicio con los profesores y profesoras en el cual puedan responder a las preguntas “Yo educo, ¿por qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?” pero esto tampoco lo tenemos muy claro. Por ahora, lo que si sabemos es que nos queremos abrir al encuentro con las personas que habitan algunas de las escuelas públicas al margen de la carretera y que contamos para ello con el apoyo de Asociación Masaya (Costa Rica).  Vamos a ver qué pasa, vamos a ver qué nos pasa.

(A la fecha, hemos intentado entrar en cinco escuelas públicas de Costa Rica, y nos recibieron en tres de ellas. Lindos encuentros. Pronto en nuestra escrita algo sobre ellas. Ahora estamos en Panamá. Aquí, recién el próximo lunes inician las clases. Ya tocaremos las puertas de algunas de sus escuelas).

Referencias: 

MASSCHELEIN, Jan. Ponhamo-nos a caminho. In: MASSCHELEIN, Jan; SIMONS, Maarten. A pedagogia, a democracia, a escola. Belo Horizonte: Autêntica, 2014. p. 41-54.

Sobre ¿hospitalidad?

Dos veces, de ida y de vuelta nos quedamos en la iglesia de Palmar Norte (Costa Rica). La primera vez nos atendió Jesús (el diácono), nos prestó un salón, unas colchonetas, lugar donde bañarnos y acceso a internet. Nos quedamos una noche. De regreso, nos atendió Gerardo (el padre), nos vio y nos preguntó si necesitábamos campo donde quedarnos, le dijimos que si, y preguntó si preferíamos dormir en algún salón o en la casa. En la casa, dijo que tomáramos lo que quisiéramos de la cocina y nos dio la llaves para entrar y salir a comodidad. A él casi no lo vimos la primera vez. Ninguna de las dos veces igual, ni Jesús ni él, preguntaron nada sobre nosotros. Ni nuestros nombres, ni qué hacíamos, ni de dónde veníamos.

Gerardo nos contó que son varias las personas que llegan como nosotros, que cuando no tiene espacio en la iglesia, ni en sus salones, ni en la casa, le pide el favor a una de persona amiga que alquila cuartos.

Pensamos entonces en un cierto espacio/tiempo de suspensión que se crea cuándo alguien recibe a otro de esa manera. Si somos o no somos, si trabajamos o no trabajamos, si hicimos o no hicimos parece no importar… ¿Se trata de un gesto de humanidad? ¿de hospitalidad?

Jesús y Gerardo no son los únicos que nos han tratado de este modo. Algunas personas lo hacen ofreciéndonos algo de comida, agua, o apoyándonos de las más diversas maneras, sin más. De la mayoría de esas personas no sabemos ni su nombre- ¿Por qué eso sería importante?

Desde que escribí aquel artículo sobre Capoeira Angola y el Grupo Iuna …

Me he quedado pensando en algunas preguntas: ¿La capoeira vinculada a una tradición oral y a una práctica física, a una cultura, cabe en un formato escrito? ¿De alguna forma la escrita no podría ser anti-capoeira? ¿O cuál es la relación o qué relaciones se pueden establecer entre la capoeira y la propia escrita? ¿Es posible escribir capoeira? ¿Cómo sería esa escrita? ¿una escrita con «ginga», con ritmo, con «negativas» y «rasteras»? ¿Qué paralelismo podemos hacer entre la capoeira y la escritura?

Aquí el artículo al cual me refiero: Grupo Iuna de Capoeira Angola: ¿Qué nos  ha dicho? ¿Cómo responder?

 

Resumen del artículo “O aluno e a infancia: a propósito do pedagógico” de Jan Masschelein e Maartens Simons (2014).

Jan Masschelein y Maartens Simons Inician artículo “O aluno e a infancia: a propósito do pedagógico” haciendo referencias a la distinción realizada por Jacques Rancière entre policía y política y con ellas entre pueblo y población partiendo de dos textos de él -El maestro ignorante y Un enfant- para luego de forma similar e inspirados por estos escritos del autor francés proponer una distinción entre régimen pedagógico y lo pedagógico y con ellas entre  alumno e infante. Dicen esto puede inspirar “(…) um pensamento educativo de emancipação que não vise libertar o aluno, mas se libertar do aluno” (Masschelein y Simons, 2014, p. 32). A  continuación, me enfocaré en lo que propone los autores.

Para ellos el régimen pedagógico sería “um conjunto de saberes e de estratégias que se concentram nos alunos como seus sujeitos/objetos e os tornam visíveis e tangíveis em termos de necessidades, talentos, interesses” (Masschelein y Simons, 2014, p. 32) Lo que trataría de hacer un régimen pedagógico es conducir a la persona, en función a sus  (supuestas) necesidades, talentos, intereses, hacia el conocimiento de una forma (supuestamente) apropiada. Esa persona, dentro de este régimen, sería un alumno, alguien que se controla y se guía hacia un conocimiento establecido.

Lo pedagógico (a diferencia del régimen pedagógico), no presentaría un punto de llegada, un conocimiento al cual llegar,  sino un “futuro indeterminado” (Masschelein y Simons, 2014, p. 31). La figura de lo pedagógico la llamarán los autores de infante. Infante que no es entendida en un sentido cronológico, sino como potencia y exposición. Esta potencia, para ellos, inspirados en Ranciere, sería en tres sentidos: (1) potencia de movimiento “isto é, o deslocamento para fora de si, ou vontade” (Masschelein y Simons, 2014, p. 32), tratase de alguien que se considera puede caminar, ver y hablar por sí; (2) potencia de palabra, que tiene que ver con la potencia de traducción. Alguien que escucha e intenta adivinar aquello que le dice el otro, que es capaz de darle sus propios significados a eso que se le está diciendo; (3) potencia de pensamiento, recordarse de si, de la palabra que le ha sido dirigida. Así, esa persona, infante, para la pedagogía (no para el régimen), es considerada como alguien que puede moverse, caminar, hablar, significar, recordar por si misma, es alguien que se encuentra en diálogo con otro, que está expuesto, vulnerable, a lo que el otro, el mundo, le dice. Tratase de un ser de palabra, con el que alguién (¿el maestro?) está hablando y espera una respuesta.

Por tanto, el régimen pedagógico sería aquel donde se espera de la persona un comportamiento determinado, donde hay una relación entre alguien que sabe -el maestro- y alguien que no sabe -el alumno. La pedagogía en cambio, asume a la persona como alguien capaz de, a la que se le está dirigiendo la palabra en cuanto persona y de la cual se espera respuesta, sus respuestas. De forma que, “a relação pedagógica não pode ser vista nem como uma relação hierárquica (como a relação entre sabios e não sabios) nem como uma relação simétrica (relação entre sujeitos principalmente idênticos a si mesmos e entre si), mas como relação de diálogo entre seres de palavras” (Masschelein y Simons, 2014, p. 32)

¿Y quién es el maestro? en el régimen pedagógico, como decíamos, el sabio, aquel que señala el camino y pretende que los otros lo sigan, sin más. En lo pedagógico, aquel que desarrolla su infancia, que desarrolla permanentemente su potencia de movimiento, de palabra, de pensamiento.  Aquel que como dice Rancière en el Mestre Ignorante “‘(…) mantém o que busca em seu caminho onde está sozinho a pesquisar e o faz incessantemente (MI, p.57)” (Masschelein y Simons, 2014, p. 37). ¿Y qué hace el maestro para educar? dialoga con el otro a partir de su camino, de su palabra, espera una respuesta del otro y se cerciora de que esa otra persona esté atenta a su propia respuesta, a su camino, a su palabra.

Finalmente, hablamos de un maestro liberto del alumno, que no tiene que dirigir a nadie por un camino. De un maestro, que se encuentra con otra persona, que como él, tiene voluntad.

(Parece preciso atender directamente a los textos de Rancière, aquí citados. También hay una película: Europa 51 de Roberto Rosselini señalada por los autores en este artículo, porque es trabajada por Ranciére como un romance de formación. Es bastante interesante y da que pensar. Se encuentra en su totalidad y con subtitulos al español en youtube)

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Como parte de mis estudios suelo hacer especies de resúmenes (como este) de los textos que leo. Consideramos estaría bueno compartirlos.

Foto: Tainá  Lopes

 

MiniConto #1 – O jovem viajante colombiano

Na estrada conhecemos um colombiano que, depois de um duro acidente de carro e de ficar em coma por algum tempo, decidiu sair a viajar. Queria conhecer o mundo. Largou a engenharia eletrica e decidiu viver viajando. Nos conhecemos em Capurgana, uma praia paradisiaca, perto da fronteira de Colombia e Panamá. Esse rapaz, hoje, ganha dinheiro sendo ajudante de pedreiro. Para ele, é a melhor profissão para um viajante. Em Capurgana trabalhava na reforma de uma padaria.


Esse é o primeiro miniconto publicado sobre essa viagem. Dessa maneira pensamos em compartillhar um pouco dos momentos que poetizam uma viagem longa como essa.

PASAMOS Y NOS PASÓ… ¡COLOMBIA! 

Un mes y un día estuvimos en Colombia. Entramos, de Venezuela, por Maicao y salimos en dirección a Panamá, por Capurgana, costa caribe.

Desde Cartagena a Necoclí, pedaleamos. Excepto un tramo, de Sincelejos a Montería (100km), en el que Yesid, un amigo que conocimos a través de couchsurfing, nos dio la cola. De Necoclí nos fuimos en barco a Capurganá, pueblo sin carreteras al que se le puede llegar por vía marítima o  aérea. De Capurganá continuamos en barco hasta Puerto Obaldía, Panamá. En total fueron al rededor de 418km de carretera por la costa atlántica de Colombia.

En Cartagena, nos quedamos en la casa del señor Julio. Después, dormimos en Turbaco en la sede de los bomberos, muy cerca de Cartagena. En Palenque, pueblo negro del que ya escribimos, en casa de Sorbay. En Ricón del mar en la casa del señor Alfredo. Tolú Viejo en la casa del señor Uribe. En Sincelejos, en la casa de Yesid. En Montería, también en los bomberos. En Vista Hermosa en la casa  del señor Rafael. En Arboletes, en el puesto de salvavidas, al margen del mar. En la Piedrecita, en una pequeña bodega al lado de la vía. En Necoclí, también en la playa y finalmente en Capurganá en una pequeña isla rodeada de agua dulce, en el rancho de un poeta.

Estas y otras personas, nos abrieron las puertas de su casa, nos prestaron sus cocinas, baños, compartieron con nosotros agua, comida, conversas… cariño, ¡Gracias!

Ahora andamos por Panamá, mientras continuamos pensando y escribiendo de lo vivido en Colombia…  AQUÍ compartimos unas fotos de nuestro paso por esas tierras.

Chao Colombia

Sobre o financiamento da viagem – FIC: Conviviendo sin Fronteras (La Carpio, 2016)

Bom…

Além dos «mangueios» cotidianos que vamos experimentando e desenvolvendo, tambem contamos com o apoio financeiro do Primeiro Festival Internacional Comunitario Conviviendo Sin Fronteras.

Chegar, depois de muitos dias de pedaladas, para participar e ajudar na realização desse festival é o nosso destino final, nessa primeira fase de viagem.

Trata-se de um festival de teatro com ênfase em teatro social, que vem sendo organizado de maneira solidaria por pessoas e grupos de diferentes paises, já a meses.

O festival sera realizado na comunidade La Carpío, na Costa Rica.

… em breve estaremos contribuindo tambem, com a campanha de arrecadação de fundos para esse festival.

Utilidade Publica – Sobre extrategias e mangueios para o costa da Colombia

É interessante seguir compartilhando os aprendizados e extrategias que vamos desenvolvendo para sobreviver no rolé. Como estamos fazendo com a questão da grana, da hospedagem, da comida…

Em algum momento isso pode servir para alguem que quer fazer um rolé pros esses lados da costa da Colombia.

Pensamos que talvez o básico a se pensar é grana, comida e alojamento. Aí vão algumas extrategias que temos desenvolvido para resolver essas questões.

Dinheiro

Antes de começar a viajar, poupamos alguma grana no Brasil durante alguns meses. Ja fora do pais, procuramos maneiras de economizar, gastando só o necessario e de alguma maneira produzindo grana no caminho, vendendo bombons, bolsas e imãs. Estou tambem treinando malabares com intenção de fazer issos nos semaforos e levantar uma graninha assim.

Na Venezuela trabalhamos na CECOSESOLA. Lá recebiamos por dia trabalhado como qualquer trabalhador cooperado e ajudou muito nossa economia.

Temos intenção de tentar conseguir algum financiamento para esse projeto de investigação. Até então não tentamos nada, mas é uma possibilidade, já que temos um projeto já em curso.

Extratégias para conseguir comida no rolé

Viemos muito na disposição de manguear comida nos restaurantes das estradas, como temos o habito de fazer viajando de carona no Brasil. Não tanto como no Brasil, mas as vezes funciona tambem. Mas quando chegamos aqui, vimos que nas estradas (pelo menos do norte da Colombia), não existem restaurantes grandes como os das estradas brasileiras. O que existem são restaurantes pequenos de povoados. Aí o que temos feito e funciona bem para poupar grana é ter um pouco de arroz e lentilha, e pedir em casas de povoados que encontramos na estrada que cozinhem para nós. Ai picamos uns tomates, podemos ralar uma cenoura e pronto.

Na estrada o que tem funcionado bem manguear são frutras, em banquinhas que encontramos. Pedimos alguma fruta e sempre rola umas bananas, umas laranjas e etc.

Nos sacolões e restaurantes temos tentado trocar as bolsas que produzimos por comida. As vezes funciona tambem.

Hoje estamos em Sincelejo, a uns 150km de Cartagena. SAM_0479Aqui tem um grande mercado de verduras onde o recicle funciona bem! Quando digo recicle é chegar no mercardo e conseguir acessar de grátis a comida que não vendem porque tem alguma parte «feinha» ou amassada.

Nas estradas quase não se tem postos de gasolina para pedir agua. Pensamos que é por causa da guerrilha, que a pouco tempo bombavam no país, as pessoas talvez não investiam em comercios na estrada porque eram alvo fácil. Então temos pedido agua nos postos policiais e casas na beira da estrada. Tem rolado sempre.

AlojamentoSAM_0465

Procuramos fazer contato por couchsurfing, e quando rola, paramos uns dias nessa cidade. As vezes não rola.

Temos uma barraca com a gente. Em Turbaco, pertinho de Cartagena, pedimos alojamento no corpo de bombeiros. Rolou demais. Eles disseram que sempre recebem viajantes por varios dias. Uma vez receberam um viajante por 10 dias. Lá tinhamos banheiro com choveiro, cozinha e lugar seguro para acampar. Já em Sincelejo o corpo de bombeiros de lá não nos recebeu e acabamos acampando numa praça da cidade.Primeiro investigamos se a região era perigosa ou não. Daí conversamos com os vizinhos e nos deixaram usar o banheiro. De qualquer forma, sempre rola de tentar o canal dos bombeiros.

SAM_0480As Bicicletas

Começamos o rolé de bicicleta com umas caixas de feira, onde colocamos nossas muchilas. Agora estamos com a extrategia de colocar umas bombonas, como Alforjes. A bicicleta fica mais equilibrada e com um visual mais moderno e menos pesada.

É isso mais ou menos. A medida que vamos desenvolvendo estrategias, vamos compartilhando aqui. E se alguem tiver alguma para compartilhar com a gente também, fique a vontade!