En principio, ha sido ahorrar. Tanto antes como durante el viaje. Tratamos de gastar solo en lo necesario (¿Qué es lo necesario?, es tema constante de conversa) y también buscar formas alternativas (sin costo o con un menor costo económico) de conseguir eso que necesitamos. Por ejemplo, en el caso de la comida, lo que es verdura, en Brasil íbamos al mayorista de verduras e íbamos recogiendo las verduras que aún estaban buenas pero no lo suficiente para ser vendida. En el caso de la ropa o algún implemento que necesitemos, preguntamos a nuestras amigas y amigos si no tienen (en desuso) eso que necesitamos (así conseguimos la cámara que tenemos, en su momento celulares y hasta una pequeña computadora que amigos no estaban usando).

Antes de viajar teníamos ingresos fijos (Dé como funcionario público de una escuela en Belo Horizonte, Cori como becada del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico de Brasil). Ahora no. ¿Cómo nos mantenemos? Vamos inventando. Para producir dinero, tomamos trabajos por corto tiempo (como el tiempo en el que estuvimos colaborando en Cecosesola) o producimos algunos productos que vendemos en pro del viaje (Brigadeiro, bolsas, imanes con dibujos y fotos del viaje). Y también y sobre todo por la solidaridad de las personas que desean apoyar nuestro camino (con contactos, hospedaje, comida, dinero…) y con las cuáles tratamos de generar algún tipo de intercambio.

A ustedes que nos apoyan, ¡gracias!